domingo, marzo 26, 2006

Pelá de clable a meses de los 26

Hija bastarda del amor y del tiempo.
Ambos pasan pero nada me heredan,
tanto sólo se arrancan.
Yo, cual hija sin reconocer,
corro tras su andar pidiendo que me entreguen un poco de ellos,
una visita de las arrugas y el corazón.

25 años, casi 26
¿cuántas colillas de cigarro?
¿cuántas sonrisas regaladas?

Eterna soñadora, pecadora en la credulidad
reconozco en la humanidad algo de su paternidad
recelo y enojo
cariño y encuentro
agonía y suspiro.

2 comentarios:

yo-claudio dijo...

el amor y el tiempo siempre dejan algo, a veces imperceptible y poco obvio... incluso dejan experiencias que sirven para años después sentir un amor bueno y percibir cómo el tiempo se percibe de manera más intensa

Anónimo dijo...

sentir la vida es lo mas lindo..buscar tus sueños y tratar de hacerlos realidad..eses es el sentido de la vida, el tiempo pasa y el amor queda en nuestros recuerdos..moldeando nuestro corazón...