domingo, marzo 26, 2006

Pelá de clable a meses de los 26

Hija bastarda del amor y del tiempo.
Ambos pasan pero nada me heredan,
tanto sólo se arrancan.
Yo, cual hija sin reconocer,
corro tras su andar pidiendo que me entreguen un poco de ellos,
una visita de las arrugas y el corazón.

25 años, casi 26
¿cuántas colillas de cigarro?
¿cuántas sonrisas regaladas?

Eterna soñadora, pecadora en la credulidad
reconozco en la humanidad algo de su paternidad
recelo y enojo
cariño y encuentro
agonía y suspiro.